Este murciélago de la familia de los vespertiliónidos se caracteriza por tener una nariz amplia, la cabeza ancha y el hocico corto y cuadrado. Es endémico de la costa este de Australia, donde vive tanto en selvas tropicales húmedas como en bosques más secos. Al igual que muchos otros murciélagos, se alimenta de insectos como polillas, hormigas, escarabajos o arañas.

El león africano es uno de los felinos más grandes del mundo: un macho adulto puede llegar a pesar hasta 200 kg. Vive en África subsahariana, fundamentalmente en llanuras y sabanas, donde se alimenta de ungulados. Durante los últimos 20 años, su población se ha reducido en más de un 40% debido a la caza indiscriminada, la perdida de hábitat y el descenso del número de presas naturales.

El antílope acuático vive en zonas de pasto cercanas a fuentes de agua en África subsahariana. Los machos de este antílope poseen cuernos que pueden llegar a medir hasta un metro. Las hembras preñadas se aíslan en matorrales para parir; una vez que han nacido, las crías tardan menos de media hora en poder caminar solas, aunque suelen permanecer escondidas entre dos y cuatro semanas.

La ballena jorobada es uno de los mayores mamíferos que existen actualmente, ya que puede llegar a pesar hasta 40 toneladas y medir unos 20 metros de largo. Además, es una de las pocas especies de mamíferos en que las hembras son más grandes que los machos. Las ballenas jorobadas realizan grandes migraciones: desde la primavera hasta el otoño están en aguas frías árticas o antárticas, donde se alimentan; en el invierno, por el contrario, viajan hacia aguas tropicales más cálidas para reproducirse.

Los bonobos, parientes muy cercanos de los chimpancés comunes (Pan troglodytes), viven en las selvas de África central, alrededor de la cuenca del río Congo. Tienen un pelaje negro muy característico, como su piel, también muy oscura. Su población está en peligro crítico y continúa disminuyendo cada año. Las amenazas más importantes incluyen la caza ilegal (para consumo de carne, como mascotas y para fines medicinales), la destrucción de su hábitat y la falta de educación de la población.

Las ardillas rayadas viven principalmente en bosques frondosos de hoja caduca de América del Norte. Se alimentan de una gran variedad de semillas, nueces, frutos, setas e incluso insectos. Tienen dos periodos de reproducción al año y el periodo de gestación apenas dura un mes. La camada es abundante, de entre 4 y 15 crías.

Los elefantes africanos ocupan una gran variedad de hábitats de África subsahariana. Es el animal terrestre más pesado (hasta 6.000 kg). Sus famosos “colmillos”, que en realidad son incisivos, pueden llegar a pesar 60 kg cada uno. Las hembras tienen una cría cada 4-9 años y el embarazo dura casi dos años. La mayor amenaza a la que se han enfrentado –y se continúan enfrentando– es la caza ilegal por el marfil de sus “colmillos” y por su carne.

Actualmente, la pérdida y la fragmentación de su hábitat por la expansión de la población humana también son factores que acentúan su declive.

El manatí americano vive en una amplia región entre el sur de Estados Unidos y el noreste de Brasil. Su hábitat es acuático: aguas poco profundas en la costa, en ríos, estuarios y canales. Son activos día y noche, y hacen pausas breves para descansar. Las hembras suelen ser mayores que los machos y pueden medir unos 4-5 metros de longitud. Son de hábitos solitarios; machos y hembras solo se reúnen para reproducirse.

El canguro rojo es endémico de Australia y vive en hábitats áridos de las planicies centrales. Posee una cola muy fuerte, que soporta el peso de todo el cuerpo; además, es un punto de equilibrio cuando el canguro salta y, junto con las patas, forman un trípode para descansar. Las crías son muy pequeñas al nacer (miden solamente 2,5 cm) y pesan menos de un gramo; deben recorrer el pelaje de la madre hasta el marsupio, donde la cría se desarrolla completamente.

El ornitorrinco es endémico de Australia y es uno de los animales más curiosos que existen. Es un mamífero, pero tiene pico de pato y las hembras ponen huevos (son ovíparas). Además, las hembras segregan leche a través de poros debajo de la piel. En las patas posteriores, los machos tienen un aguijón venenoso que les sirve para defenderse de sus predadores. En muchos casos, este veneno es letal, aunque al ser humano normalmente solo le causa un intenso dolor.

El alcatraz atlántico es un ave que se distribuye en el hemisferio norte del océano Atlántico y que pasa la mayor parte de su vida en el mar. De hecho, solo se posa en tierra para anidar y cuidar a sus crías. Captura a sus presas realizando espectaculares zambullidas en picado desde alturas de hasta 30 metros. Las parejas son monógamas y vuelven a los lugares de cría cada año. Las colonias son muy grandes; las mayores tienen hasta 35.000 parejas.

Este dinosaurio del Cretácico superior (70-65 millones de años) debe su nombre a los tres cuernos que posee en la cara. Al igual que los actuales rinocerontes, probablemente dedicaba la mayor parte del tiempo a pastar. Una de sus características más llamativas es el voladizo óseo frontal de 1,8 m de ancho, que pudo haber servido como armadura contra los ataques de depredadores como Tyrannosaurus rex, aunque también se piensa que pudo funcionar como radiador de calor o dispositivo de señalización o cortejo.

El cocodrilo cubano vive en pantanos de agua dulce de Cuba. Su tamaño no supera los 3,5 metros de largo. Tiene entre 66 y 68 dientes, especialmente adaptados para triturar los caparazones de las tortugas que, junto con peces y pequeños mamíferos, conforman su dieta. Esta especie está en peligro crítico de extinción debido a la caza ilegal y a la hibridación con el cocodrilo americano (Crocodylus acutus).

La tortuga verde vive en aguas tropicales y subtropicales de todo el mundo. Es de gran tamaño: llega a pesar 200 kg y puede medir hasta 150 cm de largo. En estado adulto es fundamentalmente herbívora, mientras que los juveniles también comen medusas, cangrejos, esponjas y gusanos. El único momento en que las hembras abandonan el agua es para poner sus huevos (¡pueden poner de 100 a 200 huevos!), mientras que los machos nunca salen del mar.

El geco de arena de Ash Sharqiyah es un reptil endémico de un pequeño desierto del noreste de Omán, en la península Arábiga, que se describió en 2013. De pequeño tamaño y aspecto muy frágil, sobrevive a las extremas condiciones del desierto, con temperaturas que sobrepasan los 45 °C, escondiéndose bajo la arena y saliendo únicamente cuando se pone el sol. Se alimenta de insectos que acecha desde la base de las pocas plantas que se encuentran dispersas entre las dunas.

Como la mayoría de gecos, las puestas son de dos huevos únicamente, que deposita en la base de pequeños arbustos y que abandona tras la puesta. Este frágil geco es un buen ejemplo de la gran diversidad que todavía queda por descubrir en los desiertos de dunas, uno de los ambientes más extremos y menos explorados del planeta.

Esta pequeña rana arborícola tiene un nombre muy apropiado, callidryas, que en griego significa ‘preciosa ninfa de árbol’ y hace alusión a su piel verde y a sus ojos rojos brillantes, Estos ojos son muy útiles como mecanismo de alarma frente a depredadores diurnos. Viven en bosques tropicales de América Central y del Sur, donde se alimentan fundamentalmente de insectos. Son muy sensibles a cambios en su hábitat, por lo que son buenos bioindicadores ambientales.

El celacanto de Comoras vive en aguas profundas y frías de las costas de Sudáfrica y Madagascar. Poco se conoce de esta especie, ya que se creía extinta hasta que se capturó el primer ejemplar en 1938. Es un pez grande: mide entre 1,5 y 1,8 metros y puede llegar a pesar casi 100 kg. El celacanto es ovovivíparo, es decir, incuba los huevos en el interior del cuerpo de la hembra, pero no se establece ninguna relación alimentaria madre-cría.

El pez mariposa de mancha azul vive en lagunas y arrecifes del océano Pacífico, desde Japón hasta Australia. El punto negro cerca de la aleta se denomina ocelo y sirve para confundir a sus depredadores, que piensan que se trata del ojo y, de esta forma, el pez mariposa evita los ataques a la cabeza. Se alimenta exclusivamente de corales, así como de tejidos muertos y parásitos de otros peces.

El salmón es una especie de gran tamaño (¡puede llegar a pesar 45 kg!) que vive en aguas del Atlántico Norte, tanto europeas como americanas. Los salmones son peces anádromos, es decir, que viven en mares y océanos y remontan los ríos para reproducirse en aguas frías y bien oxigenadas. Cuando están en el mar, los salmones se alimentan de pequeños crustáceos, pero cuando remontan los ríos para desovar dejan de alimentarse por completo.

El reino de los hongos incluye las setas, los líquenes, el moho y las levaduras, todos componentes importantes de la biosfera. Las levaduras adquirieron la unicelularidad secundariamente, a partir de ancestros multicelulares. La especie que se muestra aquí es el hongo matamoscas, del grupo de los basidiomicetos. Es alucinógeno y algo indigesto, pero no tóxico. Los chamanes de algunas tribus de Siberia los utilizan para hablar con los dioses y hay historiadores que creen que los vikingos los comían antes de las batallas.

Los nucleáridos son el grupo unicelular más cercano a los hongos. Son amebas que viven en ambientes acuáticos, sobre todo en aguas dulces, y se alimentan de bacterias. Su morfología es variada, pero todas poseen filopodios (protuberancias celulares que les ayudan a ingerir sus presas).
La foto que se muestra es de un nucleárido que cultivamos en el IBE y del que obtendremos el genoma completo para poder compararlo con los genomas de los hongos.

Los animales o metazoos constituyen uno de los grupos eucariotas con multicelularidad más compleja.

Grupo que incluye protistas flagelados marinos y de agua dulce que se alimentan de bacterias. Representan el grupo unicelular filogenéticamente más cercano a los animales. Todos tienen una estructura característica, que es un collar de microvellosidades (como cilios) con un flagelo. Con los movimientos del flagelo son capaces de atraer bacterias y alimentarse de ellas. Salpingoeca es un coanoflagelado que tiene la capacidad de formar colonias mediante división celular incompleta.

Grupo de amebas con filopodios (protuberancias celulares) del que únicamente se conocen dos especies: Ministeria vibrans y Capsaspora owczarzaki, ambas ampliamente estudiadas en el IBE. Representan otro de los grupos unicelulares filogenéticamente más cercano a los animales y cuyos genomas nos permiten descifrar el origen de estos últimos. Ministeria vibrans, que se muestra en la imagen, fue aislada del mar y se alimenta de bacterias.

Capsaspora owczarzaki, aislada de la hemolinfa del caracol Biomphalaria glabrata, es capaz de formar estructuras multicelulares mediante agregación de diferentes amebas.

Es otro de los grupos de unicelulares emparentados con los animales. Incluye especies parásitas de peces e invertebrados. La mayoría de las especies incluyen un estadio multinuclear en su ciclo de vida, antes de formar muchas células nuevas que se dispersarán.
En el IBE tenemos varios cultivos. Sphaeroforma arctica se aisló del estómago de un anfípodo del Ártico.

Grupo que engloba distintas amebas flageladas y sin mitoncodrio (los pelobiontes), además de las entamebas. Entre las entamebas se encuentran varias de relevancia clínica, como Entamoeba histolytica, agente causal de la amebiasis o disentería amébica, que provoca entre 50.000 y 100.000 muertes humanas anuales. Pelomyxa son amebas multinucleadas del grupo de los pelobiontes. Son relativamente grandes y viven en zonas anaeróbicas.

Los dictiostélidos son amebas que se alimentan de bacterias. Dictyostelium discoideum es un modelo de laboratorio. Los dictiostélidos también adquirieron la multicelularidad de manera independiente a hongos, plantas, algas y animales. En periodos de escasez de alimento, decenas de amebas se pueden agregar formando un cuerpo vegetativo con esporas, a la manera de los hongos, lo que les permite dispersar sus esporas.

Este grupo eucariota engloba una diversidad considerable de protistas, incluyendo organismos de vida libre, parásitos, simbiontes e incluso algunos fotosintéticos. Entre los excavados se encuentran diferentes patógenos humanos, como Trypanosoma, Giardia y Trichomonas. Aquí se muestra una euglena. Los euglénidos son fotosintéticos, pero adquirieron esta capacidad de manera secundaria, al comerse sus ancestros una alga verde de la que adquirieron los plastidios.

Las algas rojas (rodófitas) incluyen organismos tanto unicelulares como multicelulares, que adquirieron la multicelularidad de manera independiente a las plantas. La mayoría son marinas. Chrondus crispus, o musgo de Irlanda, es un alga roja multicelular del grupo de las gigartinales que se encuentra en las costas atlánticas y se utiliza como emulsionante en la industria alimentaria.

El grupo Cyanidiophyceae (Cyanidium sp., en la foto) son el grupo hermano del resto de algas rojas (rodófitas). La mayoría son acidófilas (viven en ambientes ácidos) y no desarrollan los colores rojizos típicos del resto de algas rojas, al carecer de algunos de sus pigmentos.

Los carófitos son un grupo de algas principalmente dulceacuícolas. Datos moleculares muestran que no son un grupo natural, pues algunos de sus miembros están directamente emparentados con los embriófitos. Aquí se muestra Chara globularis, un alga carófita multicelular que se asemeja morfológicamente a las plantas.

El grupo de los embriófitos o plantas terrestres dominó la tierra y adquirió una multicelularidad también compleja. Todas las plantas derivan de las algas carófitas y, junto con otros miembros del grupo Plantae, adquirieron sus cloroplastos cuando el ancestro incorporó una cianobacteria. Mimulus lewisii es nativa de América del Norte y se sabe que es polinizada por abejas.

Las clamidomonas conforman un grupo de algas verdes (clorófitos) fototróficas pero unicelulares, muy utilizadas en biología molecular. En la foto se muestra la especie dulceacuícola Chlamydomonas globosa.

Grupo de algas verdes (clorófitos) fototróficas y multicelulares que crean colonias de forma esférica. La multicelularidad apareció varias veces dentro de los clorófitos e incluso dentro de las algas volvocales, con organismos con colonias de 16 células, otros de 32 células y el género Volvox (en la imagen), de miles de células. Las colonias tienen dos tipos de células: las reproductivas (más grandes) y las somáticas (que se parecen mucho a las clamidomonas).

Los rizarios forman uno de los grupos más diversos de eucariotas, la mayoría predadores de bacterias, pero también con representantes fotosintéticos. Es también uno de los grupos menos conocidos, al ser difíciles de cultivar, pero incluye especies de gran interés ecológico como los foraminíferos o los radiolarios. La arena de algunas playas del Pacífico está básicamente compuesta de esqueletos de foraminíferos.

Los dinoflagelados poseen una gran importancia ecológica, ya que son los grandes componentes del fitoplancton tanto marino como de agua dulce. Son flagelados y unicelulares. Ceratium furcoides es de agua dulce y en la foto se muestra un ejemplar aislado del lago de Sanabria, dentro del proyecto Agua, coordinado por Antonio Guillén.

También denominados pseudohongos por su semejanza con los hongos, los oomicetos son protistas filamentosos, con especies tanto saprófitas como parásitas. Tienen importancia económica porque parasitan plantas de interés agrícola. Por ejemplo, el causante de la hambruna que asoló Irlanda en el siglo XIX fue el oomiceto Phytophthora infectans. De hecho, los datos moleculares mostraron que los oomicetos no eran hongos como se creía, lo que explica la ineficacia de los antifúngicos que se habían utilizado habitualmente contra ellos.

La algas pardas (feofíceas) representan otra adquisición independiente de la multicelularidad por los eucariotas. Desempeñan un papel importante en los océanos, como alimento y por los hábitats que forman. Algunas son enormes, como el kelp. Fucus spiralis es común en las costas atlánticas de Europa y América del Norte, donde se puede encontrar adherida a las rocas.